OPINIÓN
¿Por qué ahora?
Alex Zubizarreta (country manager Interwetten España)
Tengo que reconocer que soy un iluso. Tras analizar el borrador de la nueva regulación de publicidad e intentar comprender como iba a afectar esta regulación a nuestra actividad, nos hemos encontrado con otro nuevo “jugador” en el tablero que ha cambiado todas las reglas del juego.
Se empezaron a suspender las grandes competiciones. Recuerdo cuando anunciaron la suspensión de Indian Wells, calculando la repercusión que podía tener en cuanto a apuestas live, ya que el tenis es uno de los deportes favoritos para apostar en directo. Sin embargo, el resto de deportes y competiciones se fue sumando a la lista de suspendidos hasta llegar a la situación en la que nos encontramos hoy.
Como todos sabemos, sin eventos deportivos no hay apuestas deportivas. Y estas en España, suponen nada menos que el 50% del total de los ingresos, al menos en el online, ya que, si analizamos el sector retail, veremos que las empresas han cesado su actividad al 100%.
Dada la nueva situación, las empresas online han tratado de amortiguar la caída de ingresos promocionando otro tipo de juegos atemporales, como las tragaperras, el casino o los recién estrenados deportes virtuales. También se ha podido observar un mayor espacio en todos los operadores a las apuestas sobre Esports.
Pero siendo realistas, todas estas medidas no han servido para tapar el enorme agujero dejado por la falta de eventos deportivos (esperemos a la publicación del Q1 de la DGOJ para confirmarlo).
Esta situación está dejando tocados muchos sectores, los medios están ingresando menos dinero por publicidad, los equipos de fútbol y competiciones han dejado de tener ingresos, … y es por ello que en mi cabeza se estaba dibujando un nuevo escenario.
Empezaba diciendo que soy un iluso, y es que me parecía un movimiento lógico el retrasar la puesta en marcha de la nueva regulación de publicidad al verano de 2021 como medida para paliar la caída de ingresos de los medios, equipos de fútbol, operadores de juego y demás sectores afectados. Pero como un jarro de agua fría, el nuevo Decreto Ley me devolvió a la realidad y me dejó bien claro cuáles eran las intenciones.
Con estas medidas, se va a castigar aún más a sectores ya de por sí muy dañados, y contrariamente a lo que se pueda imaginar en un primer vistazo, va a ser perjudicial para los jugadores problemáticos. Y lo va a ser porque el mercado negro va a ser más visible que nunca, y ese mercado no entiende de juego responsable, de límites en los depósitos o de prevención de blanqueo de capitales.
Le pido al señor Garzón que se imponga el razonamiento a la pasión. Hay que promover el juego legal y regulado, ese juego que coteja la identidad de los usuarios, que se ajusta a la normativa, que paga sus impuestos, que prohíbe el acceso de los usuarios con problemas, que invierte en medios y clubes nacionales… y darle las herramientas necesarias para que puedan “mantener a raya” a ese mercado negro que opera desde el anonimato.
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