Francesc Grimalt (abogado)
Entrando ya en los últimos metros de esta novena legislatura y siendo hora de hacer valoración de esta etapa, en boca de todos está que el Sr. Negueruela (solo “Negue” para sus amigos, se comenta) ha sido el peor Conseller, con diferencia, que ha tenido el Sector del Juego en Baleares. Sin duda al Sr. Conseller mucho, lo que se dice mucho, no le gusta el juego, al menos no tanto como le gustaba a sus antecesores del Partido Socialista Independiente de Mallorca, que incluso utilizaron sus sedes de Manacor y Palma como establecimientos de juego (ABC, 23 de abril de 1978, pág. 47) y cuando algo no te gusta demasiado, se nota.
Y mira que todo apuntaba bien, la Directora General que Negueruela nombró y a la que cedió la competencia (excepto la normativa que mantiene) de juego, la Sra. Sansó, fue la que defendió las enmiendas del PSOE a la Ley de Juego y Apuestas de Baleares aprobada en 2014, entre las que estaba la creación de la Comisión de Juego de Baleares, como órgano de debate de las políticas de juego y entre otras funciones la de “Conocer los proyectos de ley y de disposiciones generales que afecten al juego y colaborar con propuestas relativas a su contenido.”; también el Sr. Negueruela modificó el Decreto regulador de la Comisión de Juego para incrementar el número de representantes de los trabajadores del sector que participasen en sus debates; e incluso por una (y única) vez se le vio promocionando una actividad de juego, el sorteo de “La Petigrossa”. Hay que reconocerlo, en sus inicios pintaba bien.
Sin embargo, al parecer (“…por sus obras los conoceréis…”) la Comisión le molesta, y mucho, a la hora de debatir modificaciones legislativas, confrontar opiniones, buscar alternativas consensuadas, y es que ninguna de las 3 modificaciones sobre aspectos del Juego con rango de Ley que se han aprobado en esta legislatura se han tratado previamente en la Comisión tal como resulta preceptivo, y ya no son creíbles las disculpas y excusas que se ofrecieron las dos primeras veces.
Primero fue la que eliminó las deducciones del 15% en las sanciones por subsanar voluntariamente la conducta infractora llevada a cabo en la Ley de Presupuestos para 2018, contra la que una multitud de agentes y empresarios del sector levantaron la voz, tildándola de inconstitucional y se llevaron un “rechazo” y una “condena” por parte de la Comisión.
Luego le siguió la regularización extraordinaria de autorizaciones de establecimientos de hostelería, metida con calzador en una disposición adicional de la Ley de Cámaras de Comercio a través de una enmienda de adición a dicho texto que nada tiene que ver con el Juego y por tanto de nuevo con visos de inconstitucionalidad.
Y por último en el Boletín Oficial de este pasado 28 de febrero nos encontramos con la Ley 9/2019 de la atención y los derechos de la infancia y la adolescencia de las Illes Balears, por la que se elevan las cuantías (la mínima de 3000 pasa a 12000, y la máxima de 30000 pasa a 60000 €) y sanciones accesorias (de un año máximo de cierre temporal pasa a 5 años) para los establecimientos de juego que permitan la entrada de menores de edad. Modificación que si bien personalmente me parece muy loable (aunque debería haber ido acompañada de otras medidas de educación y prevención, no solo punitivas) también debió pasar previamente a debate en Comisión de Juego y tampoco se ha hecho, con el agravante que incluso la Conselleria del Sr. Negueruela ha sido de las pocas (por no decir la única) que ni tan siquiera ha tenido el coraje de hacer alegaciones cuando le dieron trámite para ello y la norma afectaba a un ámbito de su competencia.
Respecto a esto último quizás debamos excusar al Sr. Negueruela personalmente, él no puede estar en todo; he de reconocer que encontrar 2 artículos perdidos que tratan del juego dentro de una Ley que tiene 265 artículos y más de 20 disposiciones sobre la infancia y la adolescencia es una tarea quizás solo al alcance de frikis de las leyes como yo, que se lo leen todo; pero no es excusable que el personal funcionario a quien corresponde la elaboración de la normativa propia en materia de juego y que además es secretaria de la Comisión de Juego se le pasen por alto (intencionadamente o no) dichos artículos, y no haya consecuencias de dicha desatención y afrenta al sector (una más).
Pues como San Pedro, por tres veces Negueruela ha negado la Comisión de Juego de las Islas Baleares, para el Sector no es “Negue” sino “negué” con acento gráfico. Desconozco que puede pasar o decir esta vez ante este nuevo agravio y desaire al sector representado en la Comisión de Juego, si bien sí sabemos lo que le pasó a San Pedro: “Y saliendo fuera, lloró amargamente”… quizás sea premonitorio ... y agua bendita para el Sector. Como decía la canción de Pimpinela: .- Dios dirá...