Durante la asamblea de la Comunidad de Madrid el podemita Emilio Delgado exigió respuesta a Engracia Hidalgo, consejera de Economía, Empleo y Hacienda, ante el archivo de la denuncia de la asociación de ludópatas de ALEJER a una máquina A que "simula" una ruleta en un centro comercial de Leganés.
Hidalgo respondió que el "el archivo de la denuncia se realiza con el criterio técnico de la inspección. Nunca le voy a decir qué tiene que decir un inspector".
Delgado, siempre con un verbo agresivo, sacó a colación la prohibición de las "tragaperras". Criticó la existencia de 8 inspectores (pocos para la actividad actual) y subrayó que "no pueden archivar esta denuncia porque es un pasatiempo. Un pasatiempo es un futbolín. La máquina da un premio que son fichas que luego puede intercambiar por unos regalos. Queremos que se equipare el juego al alcohol y al tabaco. Ustedes no han hecho nada para favorecer a las familias de ludopatas. No pueden permanecer unas máquinas tragaperras para niños". Delgado considera que dicha máquina da una recompensa (en forma de ticket intercambiable por peluches o adhesivos) y eso es una forma de estimular el juego en menores.
"Nosotros nos tomamos en serio la protección de los menores. La inspección y el informe realizado por un inspector dice que la máquina no es una tragaperras, está excluida del ámbito de azar. Solo es de pasatiempo y recreo. Presentar esta pregunta cuando ha visto el acta de inspección es absurdo", manifest´Hidalgo. Tachó a Delgado de demagogo además de recriminar siempre las políticas de los Gobierno ajenos a Podemos. Y fue más allá insistiendo en que en una Comunidad donde gobiernan los de su partido o tendencia ideológica (Comunidad Valenciana) existen "tragaperras en bares donde entran niños". Y sin embargo eso no lo denuncian.
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