la Xunta está trabajando sobre una nueva Ley del Juego. Uno de los apsectos más controvertidos es la introducción de terminales de SELAE y ONCE en la hostelería. Esta iniciativa "dinamitaría" el negocio del juego en los bares - las operadoras de juego privado mantienen su figura de operador único - e iría en contra de los principios del Gobierno autonómico de racionar los juegos de azar y controlar su proliferación.
Hemos preguntado al presidente de AGEO, Serafín Portas, por esta cuestión.
- ¿Cómo es posible que la Xunta pueda permitir la instalación de terminales de SELAE y ONCE en bares cuando siempre ha defendido una contención de la oferta de juego en los locales de hostelería y el papel de operador único de juego en dichos establecimientos?
No lo entendemos y esta decisión nos ha cogido con el paso totalmente cambiado. Hemos sido leales durante todo el proceso, siempre hemos buscado el consenso, intentando razonar nuestras peticiones y asumiendo muchas decisiones que la Xunta había tomado en determinados temas incluidos en el borrador del Anteproyecto de Ley aunque no nos gustasen. La filosofía que ha imperado, y que siempre se nos había transmitido públicamente desde la Administración, era la de buscar el máximo consenso con el sector, partiendo siempre desde una contención del juego y limitación del ya existente, y obviamente, esto nos choca cuando de repente se produce una apertura de juegos públicos o semipúblicos en locales de hostelería, convirtiéndolos casi en un establecimiento de juego, cuando hemos defendido siempre una oferta de juego moderada en los bares.
Hemos aceptado controles de acceso, aumento de distancias –que han pasado de lineales a radiales- nos han limitado la publicidad… ¿entonces que justificación tiene se introduzcan terminales de la ONCE o SELAE y terminales de juegos no reservados online cuando se está restringiendo la publicidad y sin embargo nos bombardean con la de estos productos?
Desde luego, esta ampliación de la oferta de juego no la hemos pedido desde el sector y es difícilmente asumible, tanto para nosotros como para la sociedad, que se le abra la puerta, por ejemplo, a determinados juegos ofertados por la ONCE, que nos venden “como que te arreglan la vida”, por ejemplo los rascas, que conceden premios inmediatos, son muy adictivos y de fácil acceso para los menores de edad y colectivos vulnerables.
De seguir adelante esta iniciativa, que todo indica que así será, supondrá "un ataque directo a nuestra actividad y la ruptura del status quo sectorial vigente hasta el momento", destaca Portas. Es decir, convertirá a los bares en un local con una oferta de juego pero sin control.
MÁS INFORMACIÓN EN LA PRÓXIMA EDICIÓN IMPRESA DE SECTOR DEL JUEGO
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